Existe una relación entre la música y el Ser Humano. Se ha creado un vínculo que, a juzgar por estudios previos, se manifiesta desde la etapa intrauterina del individuo. Investigadoras de la Universidad de Montreal en Canadá, investigaron las reacciones de niños de muy corta edad ante el habla en un idioma desconocido o el canto en ese mismo idioma.Tomaron todas las precauciones necesarias para asegurar que la reacción de los niños ante la música no estuviera influenciada por otros factores, como la sensibilidad frente a la voz de la madre.Utilizaron locuciones en el tono meloso con que los adultos suelen hablarles a los bebés y niños muy pequeños.
Los bebés no fueron expuestos a ningún otro estímulo. Sus padres estaban en la habitación, sentados detrás de ellos, así que sus expresiones faciales no podían influir en las de sus niños. Estos fueron expuestos a grabaciones, en vez de a interpretaciones en directo, para asegurar que estas fueran idénticas para todos los niños y que no hubiera interacciones sociales entre el intérprete y el niño.
Las investigadoras hicieron sonar las grabaciones hasta que los niños pequeños mostraron la inconfundible cara de hastío y ganas de llorar, por el rato transcurrido, muy largo para su limitada paciencia. Durante la audición de la canción turca, los bebés permanecieron calmados durante un periodo promedio de aproximadamente nueve minutos. Para el habla, solo estuvieron calmados durante aproximadamente la mitad de ese tiempo.